Jorge tiene el corazón más grande que su cabeza… y no estoy hablando del tamaño. Es un chico generoso que, después de una larga búsqueda espiritual, gracias a PanaceAM, pudo desvelar los grandes secretos que los atormentaban.

Hace años soñaba con ser un coach famoso… ahora quiere solo servir, humilde y silenciosamente. Hace poco nos enteramos que durante años ha seguido virtualmente a un grupo de chicos y chicas en México (él vive en Florida) con retos de adicciones, que gracias a él (como puente) han transformado sus vidas y que ahora están en El Camino.

También ha mostrado (siempre en silencio) su generosidad ayudando a PanaceAM económicamente cuando más lo ha necesitado. Además de amar la filosofía y la manera por como PanaceAM hace las cosas, comparte su verdadera vocación, ayudar, con esta misión, que ya siente suya.
Porque desde que medita, es vegetariano y sigue las demás prácticas espirituales, su vida se ha transformado exponencialmente, anda muy comprometido en difundir nuestra misión, también a través de la psicología que había dejado y que este año terminará.
Papá feliz de Tiffany, comparte este camino espiritual con su esposa, Devashrii, también nuestra voluntaria.